Inauguración de la bitácora JuriLog

A dos días de celebrado el 86º aniversario de la República Española, ábrese hoy esta nueva bitácora sobre cuestiones de filosofía jurídica, social y política con el ánimo de ilustrar, desde la lógica nomológica y la reflexión teórica, temas de amplio interés social.

Es propósito de esta bitácora encontrar una idónea perspectiva intermedia entre la del discurso académico y sabio, por un lado, y, por el otro, el militantismo social.

A quienes me hayan seguido no se les ocultan mis opiniones filosóficas y jurídicas. Puedo resumirlas (dejando muchas cosas en el tintero, naturalmente) con el siguiente elenco:

1) mi realismo metafísico;

2) mi adopción de una lógica gradualista (el gradualismo contradictorial);

3) mi CUMULATIVISMO, una doctrina filosófica caracterizada justamente por una determinada variedad y aplicación del gradualismo: la teoría de los cúmulos como realidades objetivas; la creencia de que, en lugar de emergencias o saltos cualitativos, lo que hallamos en la realidad son hechos de acumulación, agregación o conjuntación y que los cúmulos no son reducibles a los elementos por ellos abarcados; todo lo cual se aplica igualmente en el orden natural y en el de los hechos humanos (que, al fin y al cabo, forman parte de la naturaleza); rigue igualmente el cumulativismo en el mundo de las ideas;

4) mi propuesta de una lógica nomológica de las situaciones jurídicas;

5) mi profesión del Derecho Natural, o sea la creencia en situaciones jurídicas cuya vigencia emana de la naturaleza misma de las relaciones sociales, lo mismo en en sociedades humanas que no humanas;

6) mi animalismo, consistente en reconocer la continuidad entre la especie humana y sus parientes del reino animal y, sobre todo, en la afirmación de que nuestra sociedad es interespecífica, abarcando también a aquellos no humanos que viven entre nosotros (como domesticados o cautivos) y que, colocados bajo nuestro dominio y nuestra protección, tienen deberes y derechos;

7) mi humanismo fraternalista (inspirado en el solidarista francés Georges Scelle), que reconoce una comunidad universal de los seres humanos fundada en su estrechísimo vínculo de parentesco y en el interés que los une: el bien común de la humanidad, que se realizará plenamente en una República unitaria del Planeta Tierra;

8) mi desacuerdo con quienes creen en la validez de la propiedad privada;

9) mi funcionalismo (teoría de la legitimidad funcional, siguiendo la huella del solidarismo de Léon Bourgeois y León Duguit);

10) mi republicanismo republicano (o público), como forma del estatalismo o estatismo (tendencia antilibertaria, que afirma el bien común como preeminente); y

11) mi adhesión a un tipo de democracia radicalmente nuevo y antitético respecto al usual: la democracia justificativa (una democracia sin poder arbitrario, ni siquiera el del votante; podríamos verla como una democracia moderada, en la cual el propio poder soberano está sujeto al imperio del bien común y de la razón).

Nada tendrá de extraño que mis consideraciones sobre los temas por abordar se hagan desde ese horizonte intelectual, mas siempre con ánimo de ofrecer argumentos asumibles desde un espectro mucho más amplio de creencias filosóficas, sociales y políticas.

Espero una favorable acogida del público, deseando que libremente aproveche esta bitácora para comentar mis reflexiones.

Quienes deseen ahondar en los razonamientos que fundan mis puntos de vista hallarán un amplísimo surtido de mis ensayos, publicados o inéditos, en la página NOMOLOGIA